lunes, 31 de octubre de 2016

EDGAR DEGAS, "La tina"



La serie que Edgar Degas dedicó al desnudo femenino revolucionó el género y causó escándalo en el público y en la crítica más conservadora de su época.
Pero su aproximación carecía de cualquier connotación moral o sentimental y la impudicia de la que se lo acusaba no estaba en el cuadro sino en la mirada del observador. "Hasta el presente -decía- el desnudo ha sido representado siempre en poses que suponen un público.(...) Ésta de aquí se está lavando los pies, tal como usted la vería si mirara a través del ojo de la cerradura".
Desde este punto de vista, el cuerpo femenino no constituía un preconcepto de belleza, como lo consagraban los cánones plásticos tradicionales. Para él la belleza no estaba en los modelos sino en la pintura como tal.
En "La tina", el espectador observa cómo un mirón a la mujer bañándose en un "tab", especie de bañera metálica baja de origen inglés, a través de un presunto agujero en el techo, mientras la luz penetra desde un punto fuera del campo visual e ilumina todo el baño provocando tenues sombras en el cuerpo de la mujer y en el resto de la estancia, todo lo cual, incluidos la postura, los tonos, los objetos y la composición generaba una gran incomodidad en el espectador burgués biempensante de la época.
Fragmento de "Degás" (Sol 90, 2008), de Antonio Tello, perteneciente a la colección "Grandes maestros de la pintura".

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