lunes, 15 de julio de 2013

PRELUDIO DE O LAS ESTACIONES

Hay cartas -aunque ahora les digamos e-mails- que son en sí mismas una reseña del acontecer poético. Por este motivo me permitiré, quitando las alusiones muy personales y otras formas coloquiales, la que me escribió el poeta tucumano Hugo Morales Solá a propósito del Preludio de O las estaciones, del maestro Jorge Sarraute.



¡Qué ensamble perfecto, Antonio, entre poesía y música! Acabo de escucharlo y termino casi estremecido por el modo en que la música de Sarraute ha podido potenciar a este enorme, inmenso poema, como es "O las estaciones". Es que de cada verso brota un sonido perfecto que parece salir de su propia entraña. Y te atraviesa, te transporta, y puedes sentir que vuelas por el bosque, mientras ves a los amantes incendiarse con el deseo del amor. Hay una sensación de espectador y protagonista. Todo a la vez. Escucharte leer y escuchar la música: eso es la magia perfecta. Hacen que la poesía fluya mansa y suavemente, como una caricia a los sentidos. Sencillamente "la poesía sucede", como decía Borges para definirla, porque en verdad no tiene ni puede tener más explicación. Hay una cadencia y un instrumento que se funde con cada verso, que lejos de limitar su métrica le da mayor poder. ¡Cuánta belleza! Incluso, cuando aumenta la tensión del poema con el inicio del incendio en la ciudad, en un crescendo del relato y la música que lleva el drama hasta el bosque para alcanzar la agitación del fuego que todo lo consume, incluso a los dioses y a los amantes. Y luego la voz serena de Sarraute te rescata con esa suave melodía que se parece mucho a las vidalas tiernas, dulces y suaves de Yupanqui, cantada tal vez a la manera de Eduardo Falú. La música del final te trae de nuevo al principio, como el mismo poema, para volver a comenzar con otros dioses y otros amantes, otros cuerpos y otro amor. En definitiva, el ciclo de la vida. Si el libro en sí mismo es maravilloso, siento que esta versión musical le ha multiplicado su poder de fascinación. Debes permitirme que lo comparta en mi muro de FB, por favor. Pero sobre todo debes mostrar en la Argentina, cuando vuelvas, este maravilloso espectáculo de poesía y música.